Poema a mi madre fallecida en su aniversario: un homenaje lleno de amor y añoranza
Querida mamá, hoy se cumple otro año desde aquel doloroso día en que te marchaste de nuestras vidas. Aunque el tiempo ha pasado, tu recuerdo sigue vivo en nuestros corazones y hoy quiero dedicarte un poema como muestra eterna de mi amor y gratitud infinitos.
I
Madre querida, mi guía y amiga,
en cada paso de mi vida te siento presente.
Tus dulces palabras y cálidos abrazos,
siempre serán mi anhelo más ferviente.
Aunque ya no estés físicamente a mi lado,
tu esencia fluye en cada latido de mi ser.
En cada risa, en cada lágrima que derramo,
tu amor eterno me ayuda a renacer.
II
En las mañanas soleadas o en las noches de tormenta,
sé que sigues cerca, cuidando mi camino.
Tus enseñanzas, tus valores incansables,
me guían siempre, como un faro divino.
Los momentos compartidos, los recuerdos de amor,
son tesoros que atesoro en lo más profundo.
Tu voz susurrando al viento, susurra en mi oído,
recordándome que en el amor siempre hay un segundo.
III
Hoy, en este día tan especial y doloroso,
mi corazón se llena de nostalgia y gratitud.
Por todo lo que fuiste y todo lo que me diste,
por ser mi madre, mi fortaleza y mi virtud.
En cada aniversario, te rindo este homenaje,
un poema que captura mi amor imperecedero.
Para recordarte que siempre estarás presente,
en cada verso, en cada suspiro, en cada pensamiento sincero.
Querida mamá, tu ausencia física es inmensa, pero tu espíritu vive en cada uno de nosotros. En este aniversario, te honramos con nuestras palabras y pensamientos, recordando los momentos felices que compartimos y utilizando la poesía como un puente para mantener viva tu memoria.
Te amo, mamá, hoy y siempre.
Poemas relacionados