Tengo que dejarte ir: un poema sobre el amor y la despedida

El amor es un viaje emocional lleno de momentos hermosos, pero también de desafíos y despedidas. A veces, la mejor decisión que podemos tomar es dejar ir a la persona que amamos, permitiéndoles encontrar su propio camino y crecer. En este poema, quiero explorar la complejidad de esa decisión y la fuerza que se requiere para hacerlo.

Índice
  1. Tengo que dejarte ir
    1. Ejemplo 1:
    2. Ejemplo 2:

Tengo que dejarte ir

Tengo que dejarte ir, amor mío,
aunque mi corazón se rompa en pedazos.
Tu camino se extiende hacia el infinito,
y yo tengo que soltar tus brazos.

Nuestros sueños entrelazados se separan,
como ríos que encuentran su propio cauce.
Aunque el dolor me consume, no puedo evitar
que el amor que siento por ti me cause.

Ejemplo 1:

Te veo sonreír mientras sigues adelante,
y mi alma se llena de tristeza y alegría.
Aunque quisiera aferrarme a ti por siempre,
me doy cuenta de que es tiempo de decir adiós.

Ejemplo 2:

Como mariposas que vuelan libres en el viento,
nuestro amor se desvanece en la distancia.
Me aferro a los recuerdos que compartimos,
pero sé que tengo que dejarte ir sin resistencia.

A veces, soltar a alguien que amamos profundamente es el regalo más difícil que podemos darles. Aunque duela, es necesario permitirles seguir su propio camino y encontrar la felicidad que merecen.

Nos despedimos con lágrimas en los ojos,
pero también con la esperanza de un futuro brillante.
Tengo que dejarte ir, pero siempre llevaré
nuestro amor grabado en mi corazón, constante.

Porque, a veces, amar a alguien significa dejarlo ir.

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