Te hice sentir mal

En la vida, hay momentos en los que sin quererlo, lastimamos a las personas que más amamos. A veces, nuestras palabras o acciones pueden herir profundamente a alguien, incluso cuando nuestra intención no era hacerlo. Este poema es un intento de reflexionar sobre esos momentos en los que te hice sentir mal, y de expresar mi pesar por haberlo hecho.

Índice
  1. Poema 1:
  2. Poema 2:
  3. Poema 3:

Poema 1:

En aquella tarde de otoño,
mis palabras se escaparon sin control,
y sin darme cuenta herí tu corazón,
te hice sentir mal y me llené de dolor.

Las palabras pueden ser armas poderosas,
capaces de destruir como espadas afiladas,
pero nunca fue mi intención lastimarte,
por eso hoy te pido perdón, arrepentida.

Poema 2:

Recuerdo aquella mañana soleada,
en la que nuestras risas se desvanecieron,
mis palabras imprudentes te alcanzaron,
y en tus ojos vi el brillo de las lágrimas.

El amor no siempre es perfecto,
y a veces nos perdemos en el camino,
pero nunca quise hacerte daño,
y hoy lamento profundamente haberte herido.

Poema 3:

En aquel instante, el tiempo se detuvo,
mis acciones te hicieron sentir tan mal,
y en silencio sufriste, sin reproches,
mientras yo, cegada, no veía tu dolor.

Hoy, con el corazón en la mano,
te pido que me perdones por todo,
porque aunque te hice sentir mal,
en mi alma solo existe el arrepentimiento.

Cuando lastimamos a alguien que amamos,
el peso de la culpa nos consume,
pero también es una oportunidad de crecimiento,
de aprender a comunicarnos de forma más amable.

Así que, te pido perdón una vez más,
por cada momento en que te hice sentir mal,
y en adelante, prometo ser más consciente,
de cada palabra y acción que pueda lastimarte.

El amor verdadero es capaz de perdonar,
y espero que en tu corazón encuentres espacio,
para sanar las heridas que te causé,
y para darnos una nueva oportunidad.

Te hice sentir mal, pero ahora, te pido perdón.

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