Poesías sobre tortugas: la belleza en la lentitud
Las tortugas, esos seres fascinantes y longevos, han inspirado a poetas de todas las épocas. Su quietud, sus movimientos pausados y su espíritu sereno han sido el motivo perfecto para crear versos que capturan la esencia de estos animales. En este artículo, exploraremos algunos ejemplos de poemas de tortugas que nos transportarán a un mundo lleno de belleza y reflexión.
"La tortuga" de Pablo Neruda
Esta notable poesía del aclamado poeta chileno, Pablo Neruda, nos muestra la admiración del autor por la tortuga y su capacidad de resistencia frente a los embates del tiempo:
El mar levanta su áspera espina,
la tortuga escala su piedra inmóvil,
el mundo sigue en su ola de sombra
y en la piel de la tortuga el viento
pinta su destello de lenta luz.
"La tortuguita" de Federico García Lorca
En este precioso poema de Federico García Lorca, la tortuga es protagonista y símbolo de una tristeza eterna:
Pobre tortuguita mía,
si te viera la señora,
te diría:
Ay, cuántas lágrimas, cuánta pena,
en el charquito de esa azucena.
"Tortuga" de Octavio Paz
En este poema de Octavio Paz, la tortuga se convierte en un símbolo de eternidad y paciencia:
Tortuga: tu orilla de paciencia
me enseña la mía.
Ella nunca llega
y siempre está.
Solamente
espera.
Reflexionando sobre la poesía de tortugas
Estos ejemplos de poemas sobre tortugas nos invitan a detenernos y apreciar la belleza de estos animales que nos rodean. En la lentitud y serenidad de una tortuga podemos encontrar valiosas enseñanzas sobre la paciencia, la resistencia y la capacidad de adaptarnos a nuestro entorno.
La poesía nos permite explorar el mundo desde distintas perspectivas y encontrar la magia en lo aparentemente cotidiano. Los poetas han sabido capturar la esencia de las tortugas en versos que nos invitan a reflexionar sobre nuestra propia existencia y nuestras relaciones con la naturaleza.
La próxima vez que tengas la oportunidad de observar a una tortuga, tómate un momento para apreciar su belleza y permitir que te inspire a crear tus propios versos. Las tortugas, con toda su tranquilidad y serenidad, son una fuente inagotable de poesía.
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