Poemas de cartas de amor: Expresiones del corazón

En el vasto mundo de la poesía, uno de los temas más recurrentes y apasionantes es el amor. Y dentro de este romántico universo, las cartas de amor han sido una forma inmortal de expresar los sentimientos más profundos y sinceros. A través de la poesía, se puede plasmar en palabras la intensidad del amor, la dulzura de los momentos compartidos y la nostalgia de la distancia. En este artículo, te presentaremos algunos ejemplos de poemas de cartas de amor que han dejado huella en la historia literaria.

Índice
  1. "Si tú me olvidas" - Pablo Neruda
  2. "Amor Eterno" - Gustavo Adolfo Bécquer

"Si tú me olvidas" - Pablo Neruda

Si tú me olvidas,
quiero que sepas una cosa.
Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.

Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.
Si de pronto
me olvidas
no me busques,
que ya te habré olvidado.

Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida
y te decides
a dejarme a la orilla del corazón
en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.

Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.

"Amor Eterno" - Gustavo Adolfo Bécquer

Podrá nublarse el sol eternamente;
podrá secarse en un instante el mar
y dejar sin hálito la esfera;
pero Dios nunca
por más que sufra el alma desolada,
por más que el pecho se oprimido sienta,
el alma herida y se desangre el corazón,
jamás, jamás podrá decirse adiós.

Podrá la noche cubrir con su manto
la Tierra, su faz;
podrá quizá no volver a brotar
la primavera, ni el rosal florido;
podrá la tumba recibir el cuerpo,
no obstante, el alma no podrá decirse adiós.

¡Adiós, amor mío, adiós para siempre!

Estos poemas de cartas de amor son solo una pequeña muestra de la belleza y la intensidad que se puede alcanzar a través de las palabras. Cada uno de ellos nos sumerge en un mar de emociones y nos recuerda la importancia de expresar nuestros sentimientos con sinceridad y pasión. No importa el tiempo o el lugar, las cartas de amor seguirán siendo un medio atemporal para transmitir el amor que late en nuestro corazón.

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