Poema al moco: una oda a lo inesperado

Bienvenidos a un rincón especial en el mundo de la poesía, donde incluso lo más inusual y desagradable puede ser objeto de admiración. Hoy rendiremos homenaje a un protagonista inesperado: el moco. Este humilde compañero de nuestras vidas merece un espacio en la poesía, y aquí exploraremos su esencia y su belleza única.

Índice
  1. 1. El moco, un poema líquido
  2. 2. El moco, un poema de colores
  3. 3. El moco, un poema de liberación
  4. 4. El moco, un poema de amor
  5. 5. El moco, un poema fugaz

1. El moco, un poema líquido

El moco, ese líquido viscoso que habita nuestras narices, es una inspiración para los poetas más atrevidos. Podemos describirlo como una danza incesante, una sinfonía de texturas en constante cambio. Como ejemplo, les presento un fragmento de "Melodía nasal":

En el umbral de las fosas nasales,
se alza un poema líquido,
un moco etéreo en su danza,
una melodía que canta al viento.

2. El moco, un poema de colores

Los colores del moco son una paleta infinita para el poeta curioso. Desde el verde intenso de un resfriado hasta el amarillo pastel de una alergia, cada tonalidad cuenta una historia. Aquí les dejo un extracto de "Pintura nasal":

En mis pañuelos de tela,
dibujas un arcoíris de colores,
tu pincelada pegajosa,
refleja mis dolores.

3. El moco, un poema de liberación

En ocasiones, el moco se convierte en una metáfora de liberación, de soltar lo que nos estorba. Escribir sobre ello puede resultar catártico y liberador. Les comparto un trozo de "Aliento de desahogo":

El moco brota,
como un suspiro contenido,
un alivio que se escapa,
dejando el alma en paz.

4. El moco, un poema de amor

Incluso en el ámbito del amor, el moco encuentra su lugar. Puede ser un símbolo de intimidad y aceptación en una relación. Les presento un verso de "Amor sin barreras":

Tus mocos y los míos,
se entrelazan en un abrazo,
una muestra de amor sincero,
donde no hay espacio para el asco.

5. El moco, un poema fugaz

Aunque los mocos son pasajeros, su presencia deja una huella en nuestra memoria. Son como pequeños poemas efímeros que nos recuerdan la fragilidad de la vida. Cierro con una estrofa de "Efímera poesía nasal":

El moco se desvanece,
en un instante, desaparece,
pero en mi poesía se queda,
como prueba de que exististe.

En conclusión, el moco puede parecer un tema poco convencional para la poesía, pero es precisamente en la exploración de lo inesperado donde encontramos nuevas formas de expresión. Recuerda que la poesía es libre y que cualquier tema puede convertirse en poema. Así que, ¡atrévete a rendirle homenaje a lo inusual!

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