Poema al Estado de México
El Estado de México, tierra de contrastes y belleza sin igual, es fuente de inspiración para los poetas de todos los tiempos. Sus paisajes, tradiciones y su gente, nos invitan a plasmar en versos el amor que le profesamos a esta maravillosa región.
Valles y volcanes
En tus valles verdes se esconden,
los secretos de antiguos volcanes,
testigos mudos de la historia,
donde la naturaleza danza y se desata.
El Popocatépetl y el Iztaccíhuatl,
dos gigantes que vigilan tu tierra,
con majestuosidad y esplendor,
inspiran versos llenos de pasión.
El encanto de Tepotzotlán
En Tepotzotlán, pintoresco y encantador,
se respira el aroma de la historia,
sus calles empedradas susurran cuentos,
sus casas coloniales nos invitan a soñar.
El Museo del Virreinato, joya del pasado,
nos muestra el esplendor de tu cultura,
con su arquitectura y arte exquisito,
nos cautiva y nos llena de emoción.
El misticismo de Teotihuacán
Teotihuacán, ciudad de los dioses,
donde el sol y la luna se alzan imponentes,
sus pirámides y murales cuentan historias,
que nos conectan con nuestros ancestros.
La Pirámide del Sol, majestuosa y eterna,
nos invita a subir y tocar el cielo,
desde su cima contemplamos el valle,
y en nuestros corazones se enciende el fuego.
El folclore de Texcoco
En Texcoco, tierra de grandes poetas,
se respira el aire de la tradición,
la danza de los matachines,
nos llena de alegría y devoción.
La Plaza de la Constitución enmarca,
las ferias y celebraciones llenas de color,
con sus puestos de comida y artesanía,
donde el espíritu mexicano se llena de sabor.
El Estado de México, fuente inagotable de poesía,
donde la historia y la naturaleza se entrelazan,
sus rincones guardan secretos y emociones,
que nos inspiran para siempre amar esta hermosa tierra.
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