Poema a mamá que está en el cielo: un tributo desde el corazón

La figura materna es una presencia eterna en nuestras vidas, incluso cuando físicamente ya no están aquí con nosotros. Es por eso que hoy quiero dedicar este espacio a todas las madres que habitan en el cielo, esas estrellas brillantes que nos guían desde lo más alto. A través de la poesía, quiero expresar el amor, la gratitud y la añoranza que sentimos por ellas.

Estrella maternal

Tu luz sigue brillando en el firmamento,
oh, dulce madre que habitas en el cielo.
Eres un faro en mi camino oscuro,
una guía que nunca se desvanece.

Puedo sentir tu amor en cada suspiro del viento,
en el canto de los pájaros al amanecer.
Aunque no estés físicamente a mi lado,
sé que siempre estás cerca, mamá querida.

Recuerdos en el horizonte

En mi mente se dibujan escenas del pasado,
momentos compartidos que nunca olvidaré.
Tus abrazos cálidos, tus palabras sabias,
siguen vivos en cada rincón de mi ser.

Me consuelo al pensar que estás en paz,
libre de preocupaciones y dolor.
Aunque mi corazón lata con nostalgia,
sé que en el cielo encontraste tu hogar.

Un amor que trasciende

Madre querida, aunque no pueda verte,
mi amor hacia ti no conoce barreras.
Tu influencia perdura en mi existencia,
y en cada paso que doy, tu espíritu me guía.

Tus valores y enseñanzas me acompañan,
son un legado que siempre llevaré en el alma.
A través de los años, tu recuerdo se fortalece,
porque el amor de madre nunca se desvanece.

En conclusión

La poesía es un medio hermoso para honrar y recordar a nuestras madres que han partido hacia el cielo. A través de las palabras, podemos expresar nuestras emociones más profundas y mantener viva su memoria. Cada verso, cada estrofa, es un abrazo al corazón de nuestras madres ausentes, dejándoles saber que aún las llevamos en nuestro ser. Que estas palabras sirvan como un tributo a todas las mamás en el cielo, que su amor y su presencia nos acompañen siempre.