Para mi querido ahijado

Querido ahijado, mi musa inspiradora, cada día que pasa mi amor por ti crece más y más. Desde el momento en que te vi por primera vez, supe que serías una luz brillante en mi vida. Eres mi fuente de alegría y mi razón para sonreír. Hoy quiero dedicarte unas palabras llenas de amor y gratitud a través de la poesía.

Índice
  1. Un rayo de sol en mi camino
  2. En tus ojos veo el futuro
    1. Eres un regalo del cielo

Un rayo de sol en mi camino

Tu sonrisa ilumina mi mundo,
tu risa llena de alegría mi corazón.
Eres un rayo de sol en mi camino,
mi querido ahijado, mi mayor bendición.

Desde el momento en que naciste,
supe que mi amor nunca se extinguiría.
Eres mi pequeño milagro,
mi querido ahijado, mi alegría.

En tus ojos veo el futuro

En tus ojos, ahijado mío,
veo la esperanza y el porvenir.
Eres una promesa de felicidad,
mi dulce niño, mi motivo de existir.

Tus ojos brillan con inocencia,
llenos de sueños por alcanzar.
Mi deseo es que siempre encuentres,
la felicidad en cada paso que darás.

Eres un regalo del cielo

Tu llegada a mi vida, ahijado querido,
fue un regalo que nunca olvidaré.
Eres un tesoro invaluable,
en cada instante, te amaré.

Mi ahijado, mi orgullo y mi alegría,
te acompañaré en cada paso que des.
Siempre estaré a tu lado,
para protegerte y brindarte mi apoyo, con gran altivez.

Querido ahijado, este poema es solo una pequeña muestra de lo que siento por ti. Eres el motivo de mis mejores versos y la inspiración que alimenta mi creatividad. Siempre estaré aquí para ti, ofreciéndote mi amor incondicional y guiándote en tu camino. Eres un tesoro preciado en mi vida y estoy agradecido por tenerte como ahijado.

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