Gallos chistosos: cuando el humor se despierta al amanecer
Los gallos son conocidos por su canto madrugador que anuncia el inicio de un nuevo día. Pero, ¿qué pasa cuando estos valientes y orgullosos animales nos sorprenden con su ingenio y sentido del humor? En este blog, te presentaremos una selección de poemas sobre gallos chistosos que seguramente te arrancarán una sonrisa. ¡Prepárate para reír con estas divertidas creaciones poéticas!
El gallo bromista
Un gallo en el corral, muy divertido solía estar,
con sus plumas coloridas, siempre listo para bromear.
Despertaba a las gallinas con su gracioso canto,
haciéndolas reír a carcajadas, desde el primer instante.
Un día decidió hacer una broma diferente,
se disfrazó de gallina y se escondió en la corriente.
Las gallinas lo buscaron sin cesar,
hasta que el gallo, por fin, no pudo aguantar.
Salió de su escondite riéndose sin parar,
las gallinas enfadadas, no sabían qué pensar.
El gallo se disculpó y prometió no hacerlo más,
pero todos sabíamos que eso no iba a durar.
El gallo poeta
En el gallinero, un gallo especial había,
poesía y rimas por doquier él componía.
Sus versos eran chistosos y llenos de color,
haciendo reír a todas las gallinas con su humor.
Un día, el gallo decidió recitar su mejor poesía,
las gallinas se reunieron emocionadas y ansiosas de alegría.
Pero cuando comenzó a hablar, se le olvidó su canción,
y el gallo, avergonzado, salió corriendo en confusión.
Las gallinas lo persiguieron y lo animaron a no rendirse,
le recordaron que su gracia era lo que todos querían oír.
El gallo volvió al gallinero y con su voz temblorosa,
recitó un poema improvisado que hizo reír hasta a la mariposa.
El gallo torpe
Un gallo muy torpe vivía en el corral,
siempre tropezando y sin poder volar.
Sus gallinas le seguían con paciencia infinita,
riendo cada vez que el gallo se metía en una nueva travesura.
Un día, el gallo decidió probar suerte,
se subió a un árbol para demostrar su destreza inerte.
Pero en el intento de volar, se quedó atrapado,
y las gallinas tuvieron que ayudarlo, riendo a carcajadas.
El gallo aprendió que reírse de uno mismo es importante,
y aunque no fuera el más hábil, su humor era deslumbrante.
Desde ese día en adelante, el gallo torpe se convirtió en un símbolo,
de que ser chistoso y valiente es lo más hermoso.
Estos poemas sobre gallos chistosos nos demuestran que el humor puede encontrarse en los lugares más inesperados. Ya sea a través de bromas, poesía o situaciones torpes, los gallos nos enseñan a no tomar la vida tan en serio y a disfrutar de cada momento con una sonrisa en el rostro. ¡Así que la próxima vez que escuches el canto de un gallo, recuerda que es posible encontrar diversión en cualquier momento del día!
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