¡Derechos de los niños: una poesía que nos alienta a proteger su libertad y dignidad!
Los niños, seres llenos de magia y esperanza, merecen vivir en un mundo donde sus derechos sean respetados y protegidos. A través de la poesía, podemos transmitir este mensaje tan importante y recordar a todos que cada niño tiene el derecho de crecer en un entorno seguro y amoroso.
Escucha sus voces
Los niños son la voz del mañana,
con sueños que iluminan el camino.
Escucha sus risas, sus miedos,
y abraza su inocencia con cariño.
Ellos merecen protección,
un hogar lleno de amor y respeto.
Los derechos de los niños son un tesoro,
que debemos defender con fervor discreto.
El derecho a jugar
El juego es su lenguaje,
donde aprenden y se divierten.
Permite que su imaginación se encienda,
y que la alegría siempre los aliente.
Juguetes, risas y amistad,
son derechos que debemos garantizar.
Dejemos que sean libres como el viento,
y que su felicidad puedan disfrutar.
El derecho a ser protegidos
En un mundo lleno de peligros,
los niños necesitan ser resguardados.
Con leyes y normas que les brinden seguridad,
para que su futuro no sea olvidado.
No permitamos que su voz se apague,
ni que sus sueños se desvanezcan.
Protejámoslos de toda forma de violencia,
y construyamos un mundo donde se fortalezcan.
El derecho a la educación
La educación es su camino,
hacia un futuro lleno de oportunidades.
Ofrezcámosles conocimiento y sabiduría,
para que sus vidas sean plenas y llenas de felicidades.
Que cada niño tenga acceso a la escuela,
donde sus talentos puedan florecer.
Con libros, lápices y maestros sabios,
dejemos que su aprendizaje los haga crecer.
Conclusión
En cada verso, en cada rima,
recordemos los derechos de los niños.
Protejamos su libertad y dignidad,
para que su futuro siempre brille con cariño.
Dejemos que la poesía sea nuestra voz,
que viaje por el mundo y no se calle.
Demos a los niños el amor que merecen,
y construyamos un futuro donde su felicidad prevalezca.
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